Las fisuras anales, qué son y cómo se detectan
Las fisuras anales son pequeñas heridas situadas entre la mucosa y la piel del ano del bebé que tienen una apariencia de cortes superficiales. La mayor parte de las fisuras están causadas por el estreñimiento, ya que al estar demasiado tiempo en el intestino, las heces se hacen duras y voluminosas, esto hará que al pasar por el canal anal los bordes secos provoquen esos pequeños cortes.
Este trastorno se puede apreciar de dos maneras; por un lado, si encontramos restos de sangre de color rojo vivo en las heces, en el orinal o en el pañal, y por otro lado, si el niño llora cuando deposita las heces o no quiere hacer caca para evitar el dolor. Las fisuras anales suelen manifestarse más o menos entre los tres o cuatro años, pero si el pequeño sufre de estreñimiento precoz se puede dar en edad más temprana; en este caso, se suele producir en la etapa del destete, ya que en este momento las heces adquieren una consistencia más sólida.
La principal medida que se puede adoptar es modificar la dieta del bebé siendo más rica en agua y fibra con el objetivo de ablandar las heces para evitar el dolor. Por ello, deberás hacer que tu hijo bebe agua con frecuencia y deberá comer verduras y frutas. Además, cuando limpies a tu bebé después de hacer caca, deberás limpiar bien la zona con algún paño húmedo. En los casos que sean más graves el pediatra podrá prescribir algún tipo de laxante suave para ayudar a que se ablanden las heces.
Las fisuras anales suelen ser doloras y molestas para los niños, por eso en cuanto los padres percibáis alguna señal de este tipo deberéis llevar al niño al pediatra para que efectúe un diagnóstico correcto y se le aplique al niño el tratamiento adecuado.
Este trastorno se puede apreciar de dos maneras; por un lado, si encontramos restos de sangre de color rojo vivo en las heces, en el orinal o en el pañal, y por otro lado, si el niño llora cuando deposita las heces o no quiere hacer caca para evitar el dolor. Las fisuras anales suelen manifestarse más o menos entre los tres o cuatro años, pero si el pequeño sufre de estreñimiento precoz se puede dar en edad más temprana; en este caso, se suele producir en la etapa del destete, ya que en este momento las heces adquieren una consistencia más sólida.
La principal medida que se puede adoptar es modificar la dieta del bebé siendo más rica en agua y fibra con el objetivo de ablandar las heces para evitar el dolor. Por ello, deberás hacer que tu hijo bebe agua con frecuencia y deberá comer verduras y frutas. Además, cuando limpies a tu bebé después de hacer caca, deberás limpiar bien la zona con algún paño húmedo. En los casos que sean más graves el pediatra podrá prescribir algún tipo de laxante suave para ayudar a que se ablanden las heces.
Las fisuras anales suelen ser doloras y molestas para los niños, por eso en cuanto los padres percibáis alguna señal de este tipo deberéis llevar al niño al pediatra para que efectúe un diagnóstico correcto y se le aplique al niño el tratamiento adecuado.
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