El paso de la cuna a la cama

El paso de la cuna a la cama supone un reto muy significativo no sólo para el bebé, sin también para los padres; ambos podréis tener un sentimiento de miedo y angustia al “alejaros” durante la noche. Aún así, es un paso muy importante para el niño, ya que es todo un síntoma de crecimiento y maduración para el pequeño. Para que el cambio no sea demasiado brusco para el bebé, lo aconsejable es que antes de pasarle a la cama, el niño esté acostumbrado a dormir solito en su habitación. Esto hará que sólo suponga un cambio de la cuna a la cama, y no sea además un cambio de habitación; se recomienda hacer a partir de los cuatro meses.

La mejor edad para proceder al cambio de la cuna a la cama es a los 18 ó 20 meses de vida del bebé; en esta etapa el niño tiene ya cierta autonomía y se da cuenta de que puede hacer algunas cosas él solo, lo que le dará una gran confianza en sí mismo. Además, a esta edad puede ser peligroso que el bebé introduzca sus bracitos o piernas entre los barrotes de la cuna. El niño deberá ir acostumbrándose poco a poco a la cama, por eso, es recomendable que el cambio sea progresivo. Por ejemplo, los primeros días puede dormir la siesta en la cama y por la noche seguir durmiendo en la cuna; después de tres o cuatro días el bebé ya no se sentirá extraño al dormir en su cama. Intenta que el cambio no se produzca a consecuencia de la llegada de un hermano, pues el niño podría sentirse desplazado.

Puede ser que durante los primeros meses el niño se caiga hasta que se acostumbre a las dimensiones de la cama. Para evitar posibles caídas es recomendable poner cojines alrededor del bebé o poner un protector. También debemos prestar atención a las características de la cama: no debe tener mucha altura ni tampoco esquinas puntiagudas para evitar que se haga daño con ellas. Por otro lado, es importante poner las medidas de seguridad necesarias por si el niño se levanta a media noche y se lesiona con los escalones o desniveles que pueda haber en la casa.

Si al bebé no le gusta dormir en la cama y protesta, los padres debéis animarle sacando cosas positivas al hecho de dormir en su cama. Podrá ayudar que él elija el decorado de la habitación o podéis ponerle sus juguetes favoritos para que duerman con en la habitación. Y, sobre todo, mucha paciencia.