¿Cómo amamantar a tu hijo?

Seguro que en muchas ocasiones has oído hablar de lo importante que es la lactancia para el desarrollo y crecimiento de tu bebé. Y esto, es así; la lactancia ofrece numerosas ventajas no sólo para tu bebé sino también para ti, ya que reduce y previene el riesgo cáncer de mama.

Cuanto más amamantes a tu pequeño más leche producirás; la mayoría de los recién nacidos toman cada tres horas una media de litro y medio de leche. Si ves que tu bebé no está hambriento, intenta alimentarlo al menos cada tres horas. Ten en cuenta que es el único alimento que le podrás proporcionar durante sus primeros seis meses de vida.

Cuando amamantes a tu hijo deberás alternar las posiciones, 10 ó 15 minutos con cada pecho, de esta manera los senos se vaciarán completamente y se previenen las grietas en los pezones. Las posiciones para dar de mamar son variadas, pero lo más importante es que tanto tú como tu bebé estéis cómodos; entre ellas destacamos las siguientes:

1. Sentada: elige un sillón o un sitio cómodo, ponte almohadas detrás para mantener la esplada recta y apoya el codo del brazo que sujeta al niño en el brazo del sillón.

2. Recostada: sitúate de lado apoyada en la cadera, tumba al bebé sujetándole la cabeza con el brazo y deja tu codo apoyado en un almohadón.

3. Colocar el pezón: la cara y el abdomen del bebé han de estar mirando hacia ti y el pezón y la areola tienen que quedar dentro de la boca del niño. Comprueba que hay espacio entre tu pecho y la nariz de tu hijo.

Una vez que hayas terminado de amamantar a tu bebé recuerda que deberá expulsar el aire que ha tomado cuando a succionado la leche, para evitar posibles dolores de estómago.