El embarazo semana a semana: semanas 3 y 4
En el anterior artículo dejamos al óvulo y al espermatozoide fusionandose para empezar a desarrollar una nueva vida, la concepción ha tenido lugar. Desde este momento, aunque tu no sientas nada, el futuro bebé empezará a crecer en tu interior.
Los 23 cromosomas del padre se han fusionado con los 23 cromosomas de la madre para dar lugar a una única célula portadora de todos los genes necesarios para crear una nueva vida. Esta célula, de camino al útero desde las trompas de Falopio, irá dividiendose de manera constante pasando de zigoto a mórula y finalmente cuando llegue al útero, unas 90 horas tras la fecundación, con unas 64 células será un blastocito quien intentará implantarse en el útero.
Las células de la parte externa de la esfera de células que forman el blastocito dará lugar a la placenta, mientras que las células que conforman el interior del blastocito darán lugar al embrión.
Entre 5 y 7 días despues de la fecundación el blastocito, que mide ya sobre 0,2 milímetros de diámetro, procederá a la dificil y crítica tarea de la implantación. Esta fase es tan complicada que cerca de la mitad de los blastocitos que llegan al útero no lográn implantarse correctamente y son expulsados del cuerpo sin que la mujer llegue a ser consciente de que ha sido fecundada.
Si el blastocito logra implantarse firmemente, lo que ocurrirá después de 13 días, las posibilidades de un aborto disminuyen y el embrión empezará a desarrollarse rápidamente, comenzando por el sistema nervioso y el corazón.
En estas dos semanas, aunque algunas mujeres pueden llegar a "tener la intuición" de que la concepción se ha producido, todavía no habrás tenido ningun sintoma externo que te lo confirme. Algunas mujeres si tienen una pequeña hemorragia debida a la implantación que puede ponerte sobre alerta, aunque a veces, por la fecha, puede confundirse con un adelanto normal de la regla.
Los 23 cromosomas del padre se han fusionado con los 23 cromosomas de la madre para dar lugar a una única célula portadora de todos los genes necesarios para crear una nueva vida. Esta célula, de camino al útero desde las trompas de Falopio, irá dividiendose de manera constante pasando de zigoto a mórula y finalmente cuando llegue al útero, unas 90 horas tras la fecundación, con unas 64 células será un blastocito quien intentará implantarse en el útero.
Las células de la parte externa de la esfera de células que forman el blastocito dará lugar a la placenta, mientras que las células que conforman el interior del blastocito darán lugar al embrión.
Entre 5 y 7 días despues de la fecundación el blastocito, que mide ya sobre 0,2 milímetros de diámetro, procederá a la dificil y crítica tarea de la implantación. Esta fase es tan complicada que cerca de la mitad de los blastocitos que llegan al útero no lográn implantarse correctamente y son expulsados del cuerpo sin que la mujer llegue a ser consciente de que ha sido fecundada.
Si el blastocito logra implantarse firmemente, lo que ocurrirá después de 13 días, las posibilidades de un aborto disminuyen y el embrión empezará a desarrollarse rápidamente, comenzando por el sistema nervioso y el corazón.
En estas dos semanas, aunque algunas mujeres pueden llegar a "tener la intuición" de que la concepción se ha producido, todavía no habrás tenido ningun sintoma externo que te lo confirme. Algunas mujeres si tienen una pequeña hemorragia debida a la implantación que puede ponerte sobre alerta, aunque a veces, por la fecha, puede confundirse con un adelanto normal de la regla.
El embarazo semana a semana: semanas 3 y 4
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